Cosas raras en la cabeza...

Que quede claro: a mí me encantan los agapornis. Tengo dos (ambos gratis) y son una monada (Pelusa y Messi Segundo, ya que Messi Primero murió. Sniff). Pero el caso es este:
Yo quería hacer un trabajo de Sociales para subir nota (sí, ya lo sé, que yo trabaje en Sociales es MUUUUY raro, pero el caso es que no quiero volver a sacar un puñetero cinco), de modo que íbamos a hacer el trabajo Rocío, Sara (la Agaporni) y yo. Pero ¡pum! Está claro que la maestra me quiere joder, y mucho además. Porque encima de que Rocío no está en mi grupo, ¡va y pone a Luis Enrique! No, en serio, ¿no podía ponernos con Jorge, con Juanjo, con Cintia o con alguno de esos empollones? Pero nooooo, me tenía que poner con los dos que van peor en clase. Y hoy había quedado con Sara, a las seis, ¡y va y me deja plantada! Ya verá cuando la pille...
Y encima, Pablo, ¿a que no sabes a quién tengo al lado? A Miguel. Bueno, a él y a unos cuando imbéciles más.
Para los demás, de ese niñato sólo debéis saber que es un completo idiota. Y eso basta. ¡Y me ponen de los nervios! "¡Oh, gótica! ¡No-sé-qué, no-sé-cuándo!" NO soy gótica, ¿cuándo se van a enterar?
En fin, al menos ya se han ido.
Por cierto, dentro de poco cumplo 50 entradas, y no sé lo que pondré, pero espero que os guste, ¡dentro de nada mi blog es oficialmente un cardo!