domingo, 14 de febrero de 2010

Je t'aime, mon amour...

Odio San Valentín. Todo es puro consumismo. ¿Por qué debe haber un día del amor? Es decir, si fuésemos lo suficientemente pacíficos, todos los días del año serían días del amor, en que no habría guerras, peleas ni conflictos estúpidos. Y el catorce de febrero podría ser el día del odio. Podrías mandar a alguien una carta que pondría "Te Odio", y te la sacarías de encima. Pero en la actualidad es justo al revés. Todos los días son los días del odio, y el día de San Valentín solo sirve para que te gastes el dinero, te hagas arrumacos, y al día siguiente todo vuelve a ser igual. Es triste. Bastante. Y esto no lo digo porque sea una tipa que rehuye de los tíos (que también) si no porque, ¿sabéis qué? Justo ahora, al lado del ciber, hay un puesto de flores, en que venden los claveles a 1€, y justo al lado también, con solo bajar la cuesta, en el mercado los venden a 10 cent. ¿Es eso normal?
Bueno, dejando aparte mis quebraderos de cabeza, me han mandado dos claveles, uno M y otro R. Y yo no he mandado a nadie. Bien, ¿no? En fin, tengo que hacer deberes de lengua (¿alguien conoce alguna poesía de algún escritor andaluz, preferiblemente triste). Lo de que sea triste es cosa mía. No sufráis mucho.